Mejorar y establecer buenas prácticas en el uso de la Inteligencia Artificial en la educación es el objetivo de Rocío González Soltero y Anabel Rodríguez-Learte, científicas, investigadoras y docentes en la Universidad Europea, empresa que desde el año 2003 está certificada con el sello Madrid Excelente por su gestión empresarial. Recientemente, su proyecto “Buenas prácticas para el uso de la Inteligencia Artificial en trabajos de investigación dentro del ámbito educativo de las ciencias biomédicas” ha sido ganador de una de las Becas a Proyectos de Investigación en Educación Médica que concede la SEDEM (Sociedad Española de Educación Médica).
Esta iniciativa surge porque “En la educación superior, la Inteligencia Artificial ha llegado de golpe”, nos cuentan. El objetivo del proyecto es acoger el uso de la Inteligencia Artificial en la Universidad, pero de una manera regulada, estableciendo buenas prácticas de uso, interaccionando con profesores, alumnos y todos los grupos de interés.
Además, las investigadoras ven necesario formar a los alumnos en el uso responsable de estas tecnologías. “Chat GPT es Lo más disruptivo que nos ha pasado desde la irrupción de internet”, afirma Rodríguez-Learte. “Gracias a la Inteligencia Artificial tenemos el conocimiento técnico y tecnológico, pero nos hace falta saber si los seres humanos somos capaces de ponernos un paso por encima, para tener un marco normativo. Como educadores, tenemos que darles pautas a las generaciones que vienen y que van a usar la Inteligencia Artificial de una manera cotidiana”.
El estudio se estructurará en dos partes, uno que incluya una extensa revisión sistemática que recopile el desarrollo de los marcos regulatorios, normativos y legislativos del uso de la IA en el ámbito de la Educación Médica, y otro que establecerá un grupo de trabajo orientado a recoger conclusiones que permitan la generación de una guía de buenas prácticas de uso de la IA en el contexto de los trabajos de investigación en el ámbito biomédico.
El proyecto comienza el 20 de septiembre y trata de aplicar el que es uno de los pilares del modelo educativo de la Universidad Europea, la transversalidad. El equipo de trabajo busca representar en su estudio a todos los ámbitos de la educación superior: alumnado, profesorado teórico y experimental, además de investigadores expertos de todos los sectores.